La cotorra alejandrina tiene una longitud de 48 a 62 cm, significativamente mayor que los otros pericos del género psittacula y pesa entre 200 y 300g.
Tiene un plumaje principalmente verde, alrededor de su cuello en la parte frontal tiene un collar de color negro y de color rosa en la parte trasera. En los hombros se sienta una mancha marrón-rojizo. Las plumas de la cola son de color azul, verde y amarillo en las puntas. Lo que es sorprendente es el pico rojo. Los ojos son de color amarillo pálido y las patas de color verde grisáceo. La hembra es similar al macho, pero, se diferencian en que no tiene collar.
Llegan a vivir hasta 30 años bajo cuidados humanos.
La distribución de esta ave va desde Afganistán y Pakistán, a través de la India, Birmania y Tailandia a Laos, Camboya y Vietnam. También ha colonizado Sri Lanka y las islas de Andaman. El hábitat natural de esta incluye bosque seco subtropical, manglares, matorrales y ecosistemas desérticos. Pero también se adapta a entornos urbanos y suburbanos.
Su alimentación es herbívora, consume semillas silvestres y cultivadas, frutas, nueces, brotes, flores y néctar. En ocasiones, puede causar daños en cultivos como maíz y arroz.
Generalmente vive en parejas o pequeños grupos, aunque puede formar bandadas más grandes en zonas con abundante alimento. Es una especie muy vocal, con llamadas fuertes y variadas .
La temporada de reproducción es de noviembre a abril en su área de distribución natural. La hembra pone de dos a cuatro huevos que incuba sola y es alimentada por el macho. Los huevos eclosionan después de 20 a 25 días, los polluelos son alimentados por ambos padres y abandonan el nido cuando tienen alrededor de seis semanas de edad.
El nombre común de la especie “alejandrina” conmemora a Alejandro Magno, a quien se atribuye la exportación de numerosos ejemplares de esta ave desde Punjab a varios países de Europa y las regiones del Mediterráneo.
Bajo cuidados humanos, la cotorra alejandrina puede aprender a imitar palabras y sonidos humanos, aunque su habilidad no es tan pronunciada como la de otras especies de loros.
Aunque en la naturaleza presentan un plumaje predominantemente verde, bajo cuidados humanos se han desarrollado variantes de color, incluyendo ejemplares amarillos, azules y blancos, mediante selección genética.
Se reconocen cinco subespecies, diferenciadas principalmente por su distribución geográfica y ligeras variaciones en el plumaje:
- Psittacula eupatria eupatria
- Psittacula eupatria nipalensis
- Psittacula eupatria avensis
- Psittacula eupatria magnirostris
- Psittacula eupatria siamensis